La columna de Drako de Gades

No callarán nuestras voces

No lo entiendo, no lo comprendo y con la libertad que me dan estas palabras escritas con la tinta roja de la victoria, lo expreso porque así lo pienso, así lo siento.

Vuela atrás la memoria en la historia y no recuerdo la última vez que esa grada que debe animar y en volandas al equipo llevar, rectifico porque dicen que eso es de sabios, aunque mi sabiduría no vaya mas allá de lo que me enseña cada día la propia vida. No la grada, parte de nuestro estadio, parte de los nuestros, cierto sector del sevillismo. Se gritó a segunda, a segunda y se nos recriminó. Que mala es la memoria para algunos que ya no recuerdan cierto partido jugado en esa caja de herramientas de la carretera de Cádiz, que nos lleva hasta las puertas de tierra que es tierra sin puertas. Ese encuentro donde una derrota del equipo que ayer nos visitó, hizo que nuestro Sevilla, ese equipo cuyo escudo mantenemos con el alma en vena, bajara de categoría y descendiera hasta la segunda división. Que mala es la memoria para esos mismos que no recuerdan que en el partido de ida, muchos de los nuestros, muchos de nuestros amigos, compañeros de grada y en primera persona incluso, sufrimos la encerrona en su pueblo, con agresiones, llegando incluso a tener que ser atendidos por los sanitarios.

No olvido, no perdono, no perdono, no olvido y gritaré lo que la libertad me hace ser libre. Que tu me gritas, mas chillaré con mi puño alzado y mi canto proclamado; que tu me silbas, mas fuerte gritaré contra quienes pisotean ese escudo que si alguien intenta ofenderlo, nuestra peña con el acabará.

Menos silbar y mas animar, menos hacer los tontos de capirote (gran chirigota) y mas cantar.
No callarán nuestras voces, siempre por ti, Sevilla Fútbol Club

DrakodeGades

Biris Norte